La cebolla en uno de los vegetales más usados en el arte
culinario y es muy conocida por hacernos llorar, pero cuando hablamos de
propiedades curativas, a la cebolla hay que hacerle honor.
La cebolla es reguladora del azúcar en la sangre, es
cardioprotectota y expectorante. En el antiguo Egipto fue símbolo de de
vitalidad y era denominado y consumida como “remedio que lo cura todo”.
Además,
es estimulante, anti-infecciosa, antirreumática, mantiene la piel suave, eficaz
contra las enfermedades bronquiales y pulmonares. Cebolla
Al consumirla, alivias los riñones, mejora el estreñimiento,
vigoriza y regenera la próstata, evita o retarda la impotencia, fortifica la
vista y el cerebro, ayuda a expulsar los vermes intestinales y además sus
componentes ayudan a combatir el insomnio.
El caldo de cebolla hervida tiene el reconocimiento de ser
la mejor medicina para los riñones, además de que funciona de manera milagrosa
para las afecciones de las vías respiratorias, además de que aplicado en gotas
por la nariz es eficaz para la rinitis gripal o alergias.
Si la mezclas con jugo de limón y manzana es sumamente
efectiva para los intestinos, el hígado y el estómago.
Dentro de sus principales componentes, la cebolla posee
aceites esenciales, responsables de la mayoría de las propiedades de la
cebolla, que también son culpables del molesto lagrimeo que tenemos cuando la
pelamos.
Vitaminas del grupo B, las cuales son necesarias para el correcto
funcionamiento del sistema nervioso y del inmunitario; también posee vitamina E
y C, la cual posee una potente acción antioxidante.
La cebolla posee múltiples minerales como potasio, magnesio,
fósforo, calcio, sodio y azufre entre otros, además de aminoácidos esenciales y
fibra.