Tratar con felinos combate la depresión, normaliza la
tensión y mejora el humor de los enfermos, indicaron médicos en vísperas del
Día Internacional del Gato que se celebra el 1 de marzo.
"Desde hace mucho está demostrado que los gatos ayudan
a reducir el nivel de depresión o incluso combatirla. Es muy importante para
las personas que viven solas, por ejemplo, los mayores o las parejas sin hijos;
al cuidar al gato, sienten que les necesita y establecen con él una estrecha
relación emocional lo que constituye una condición indispensable para la
terapia y la prevención de la depresión", dijo el jefe del proyecto
'Ecología del Cerebro', Alexéi Danílov.
También indicó que acariciar a los felinos relaja,
tranquiliza, baja la tensión alta y previene los infartos y los derrames
cerebrales, reduciendo el riesgo hasta seis vez según algunas investigaciones
estadounidenses.
"Hoy en día no es secreto para nadie que las mascotas
no solo nos hacen más felices sino también prolongan la vida y aumentan su
calidad", subrayó.
Mientras otra investigadora del proyecto, Ekaterina
Osipenko, destacó que también relaja el ronroneo de los gatos.