lunes, 21 de septiembre de 2015

Si es un padre responsable... CUIDADO CON JUGUETES QUE COMPRAMOS.


Más del 50 por ciento de los juguetes existentes en los diferentes mercados de la capital son potencialmente un peligro para los niños porque pueden afectar su salud, según una investigación hecha por la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios.

A simple vista parecen inofensivos, pero pueden ser muy peligrosos. Diversos tipos juguetes que ponen en riesgo la integridad física de los niños se venden sin control en más de una tienda comercial o puesto ambulatorio de las calles de nuestra ciudad.

Ponga atención que entre los juguetes más peligrosos se encuentran las pistolas de aire comprimido que disparan balines con mucha potencia y los camiones de plástico, cuyas ruedas están unidas por un clavo que, al desprenderse, podría dañar al niño.

Es importante que las autoridades no sólo se dediquen a fiscalizar los juguetes con sustancias tóxicas dañinas para la salud, sino también a aquellos que tengan componentes peligrosos.

Los padres son en buena medida responsables de los daños que los juguetes causan a los niños. Aunque los expertos insisten en que los menores deben ser quienes escojan sus juegos, el límite de esta libertad es la seguridad. 

No hay que conformarse con que el pequeño disfrute el regalo; también hay que leer las advertencias de los empaques, que tienen en cuenta el riesgo de que el niño se corte o introduzca piezas en su boca, nariz u oídos. Además, recomiendan evitar que los juguetes de los hermanos mayores caigan en manos de los menores.

TENGA EN CUENTA LO SIGUIENTE:

1. Asfixia lúdica

No es aconsejable regalar a menores de 3 años juguetes pequeños o cuyas partes quepan por la boca. Según la Comisión para la Seguridad de los Productos, de Estados Unidos, la asfixia fue la causa de muerte más frecuente relacionada con juguetes. Los que implican más riesgo son bolitas o pequeñas pelotas. Las de látex son las más peligrosas y no deben estar en manos de niños menores de 8 años. Un buen criterio para saber el tamaño idóneo, es verificar que el objeto no quepa por el tubo del papel higiénico.

2. Atracción magnética

Utilizados en accesorios para niñas o juegos de construcción, los juguetes con componentes magnéticos implican el riesgo de que si más de una pieza es tragada, éstas pueden juntarse en los intestinos y provocar una obstrucción. Los expertos recomiendan no dar juguetes de esta índole a menores de 6 años y buscar atención médica inmediata si los pequeños tragan más de una pieza.

3. Mucho ruido

Algunos juguetes sobrepasan los niveles que soporta el oído infantil -80 decibeles- y pueden causar lesiones. Entre éstos se incluyen los instrumentos musicales, teléfonos, armas y los iPod, que pueden alcanzar hasta 130 decibeles. El riesgo es mayor porque los niños toleran los ruidos con mayor facilidad y pareciera que el aparato sonoro no les estuviera causando daño. Por eso, si un juguete es ruidoso para un adulto, lo es también para el menor. Para evitar el daño, no dejar las pilas dentro de los juguetes que hacen ruido o cubrir sus parlantes con cinta adhesiva.

4. Juegos que ahorcan

Las cuerdas de los móviles implican algún riesgo de que el niño se ahorque con éstas. Por eso, hay que procurar que el bebé no alcance a tocarlas desde la cuna y retirar el juguete cuando el menor tiene más de cinco meses. Por otra parte, las cuerdas con bolitas o cuentas más largas de un pie implican un riesgo similar.

5. Químicos tóxicos

Algunos juegos de niños o cosméticos contienen tóxicos. Entre ellos, los fabricados con PVC o de madera pintada, así como los cosméticos preparados con xileno, tuleno o dibutilfatalato.

6. Peso pesado

El plomo fue el metal del escándalo. Grupos de investigación encontraron altas cantidades de este material en las pinturas de los juguetes, loncheras y baberos. La absorción de plomo puede provocar bajo coeficiente intelectual y retraso físico y mental en los niños.


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