En la mayoría de los casos estos pinchazos se deben a
tensiones musculares, así como a la ansiedad o a un exceso de preocupaciones.
Respira con el diafragma para relajarte Pinchazos al respirar.
¿A qué se deben?
Pinchazos al respirar... Hay quien lo describe más bien como
pinchazos de agujas en el pecho que, por un momento, no nos dejan terminar de
respirar. ¿A qué se debe? ¿Es síntoma de algo grave? Lo primero, sin duda, será
no perder la calma y tranquilizarnos. Después, estaremos atentas a cómo
evoluciona ese dolor. Pero tranquila, la mayoría de las veces se debe al estrés
o la ansiedad.
Te explicamos más a
continuación.
No puedo acabar de
respirar ¡Ciento pinchazos!
Corazón- mujer
Son pequeñas puñaladas, dicen muchos. Como pinchazos
directos al corazón que aparecen súbitamente que no nos permiten terminar de
respirar. En primer lugar hemos de decirte que es un fenómeno común que todos
hemos sufrido en alguna ocasión, pero ahora bien, no por ser común hemos de
pasarlo por alto.
Los médicos nos indican que, cada vez que suframos estos
fenómenos sigamos las siguientes pautas.
Siéntate e intenta tranquilizarte.
Toma conciencia de que es algo pasajero y de que,
desaparecerá en un breve instante.
Debes relajarte e intentar respirar de modo tranquilo y
pausado, cogiendo aire por la boca lentamente.
Intenta tomarte las pulsaciones, si notas que van de modo
acelerado y que esta sensación se acompaña de una respiración rápida y un dolor
que asciende hasta el cuello o los brazos, entonces deberemos pedir ayuda.
Pero
reiteramos una vez más, que es algo pasajero y que casi en un 70% de los casos
se debe a momentos de estrés o ansiedad acumulada.
Causa 1 de los
pinchazos al respirar: la ansiedad o el estrés
Es la primera causa y no debemos pasarla por alto, porque
los pinchazos en el pecho son sin duda un síntoma a tener en cuenta. Y aún más,
hemos de indicarte algo curioso que tal vez no sepas. Los síntomas de estrés o
ansiedad no se evidencian siempre en la situación “estresante” tal cual. Es
decir, es muy posible que si tienes un trabajo que te llena de preocupaciones y
ansiedad, desempeñes tu labor de modo eficaz durante toda la jornada.
Sin embargo, es al llegar a casa cuando surge el dolor de
cabeza, los mareos… o más aún, es muy significativo que aparezcan muchos
síntomas e incluso “bloqueos” al día siguiente, cuando te estás vistiendo para
ir al trabajo.
Los expertos nos dicen que el mayor índice de infartos o de
problemas surgen en los periodos vacacionales o fines de semana. Son esos
instantes en que intentamos relajarnos, y entonces, nuestro cuerpo es incapaz
de hacerlo. El nivel de cortisol es ya demasiado elevado y surgen los síntomas
más evidentes.
De ahí por ejemplo, que esos pinchazos puedan aparecer en el
momento más imprevisto.
Cuando te sientas a cenar, cuando estás viendo la televisión
o cuando estás hablando con alguien y percibes que, sencillamente, te falta el
aire. Toma nota del por qué pueden aparecer los pinchazos en el pecho:
Por la tensión muscular
de nuestro cuerpo. Es tan elevada que de pronto, surge un problema y no
somos capaces de respirar adecuadamente.
Por la llamada hiperactividad vegetativa (mareos,
aceleración del ritmo cardíaco, mareos, sudoración, o la clásica taquipnea, en
la cual respiramos de modo más intenso y podemos sufrir estos pinchazos).
¿Qué podemos hacer
para aliviarlos?
Lo que haremos es intentar relajarnos y seguir lo que se
conoce como respiración abdominal (o diafragmática). Se trata básicamente
de que el aire entre en los pulmones,
bajando hasta el diafragma. ¿Y cómo lo hacemos? Sigue estos sencillos pasos:
Siéntate cómodamente.
Coloca una mano sobre tu abdomen, o sencillamente sobre el
ombligo.
Coge aire por la nariz, poco a poco, sin prisas. Debes notar
como tu tripa se levanta y tu mano se mueve.
Conté la respiración 2 segundos.
Coloca los labios como si fueras a apagar una vela, y
entonces, deja ir el aire poco a poco notando cómo tu mano desciende.
Vuelve a coger aire durante dos segundos.
Espira (sopla lentamente) durante cuatro segundos.
Causa 2: un problema
cardíaco
No podemos pasarlo por alto, y como tal, debemos conocer las
causas. En primer lugar existirán unos factores de riesgo:
Por lo general los problemas cardíacos en un alto porcentaje
aparecen a partir de los 50 o 55 años.
Síntomas previos: hipertensión, colesterol elevado,
antecedentes familiares…
Lo primero que
haremos cuando sintamos los pinchazos en el corazón es sentarnos y seguir las
siguientes pautas:
Nos intentaremos tranquilizar y seguiremos las pautas de
respiración antes nombradas.
¿Cómo son tus latidos? ¿Van muy rápidos? ¿Son irregulares, a
instantes van rápido y luego más lentos?
Si los pinchazos no cesan pasados cinco minutos y se vuelven
más intensos deberemos acudir al médico.
También acudiremos de modo urgente al médico si tu dolor se
extiende al cuello, la mandíbula o los brazos.
Si notas que los pinchazos derivan en una presión muy fuerte
en el pecho, en la cual, no podemos respirar con normalidad, también acudiremos
al médico.
En conclusión, lo esencial es controlar que esta molestia no
se extienda demasiado en el tiempo y que sobre todo, no derive en otros
síntomas como los anteriormente expuestos. Tranquilizarte solo diciendo que la
mayoría de las veces se debe a la ansiedad, pero aun así, también será una
dimensión a tratar. Cuídate, lo mereces.