Los 20, los 30, los 40, los 50 o más… El erotismo se
disfruta en todas las etapas de la vida, pero hay un momento que se define como
el de mayor plenitud sexual. Busca tu edad y entérate.
A los 20, ni a los 30. Entremujeres consultó a dos expertos
y ambos coinciden: los 40 años son el pico sexual femenino. Es que el disfrute
no es el mismo en la etapa experimental de la juventud que en la época donde se
alcanza cierta madurez. Pero antes de llegar a conclusiones apresuradas,
analicemos las características de cada etapa de la vida.
¿Hay una edad para el
placer?
El disfrutar del sexo no tiene edad”, nos dice el doctor
Walter Ghedin, psicólogo y psiquiatra. “Si las etapas juveniles poseen la energía
corporal y el deseo siempre encendido, los adultos maduros cuentan con más
experiencia y recursos amatorios para obtener beneficios.
Por su parte, la licenciada Diana Resnicoff, psicóloga
clínica y sexóloga, opina que el sexo siempre es interesante. “A los 20 o a los
40, con la pareja de años o con el amante de una noche, hay buenas razones para
que la libido haga estallar cualquier termómetro sexual, ya sea en la cama, en
la cocina, en un auto incómodo o a oscuras”, enumera.
Los 20: pasión y
pudores
Las etapas juveniles poseen la energía corporal y el deseo
siempre encendido. Sin embargo, la ansiedad puede ser un factor que entorpezca
la vida erótica de los que recién comienzan, ya sea por el imperativo de ‘tener
que cumplir’, por pudor o por desconocimiento de las posibilidades corporales y
sensoriales.
Los 30, entre quejas
y ansiedades
Esta franja etaria se ve perjudicada por la ansiedad, sobre
todo en aquellos que quieren consolidar un proyecto de pareja. “Las mujeres se
quejan de la falta de compromiso de los hombres, mientras que ellos se quejan
de las demandas femeninas.
Los vínculos tardan en consolidarse y los que lo han logrado
están aprendiendo, a fuerza de chocarse contra la misma pared, a darse cuenta
de lo difícil que es sostener el amor y el sexo sin acciones que lo renueven.
En esta etapa, y sobre todo en la vida de pareja, se necesitan acciones para no
sucumbir ante las responsabilidades de la vida adulta y mantener el sexo
activo, agrega el especialista.
Los 40: el pico
sexual femenino
Ricardo Arjona tenía razón. Las “señoras de las cuatro
décadas” cuentan con más recursos amatorios para obtener beneficios. “Después
de los 40 es posible vivir el sexo con mayor plenitud, valiéndose de la
experiencia. En esta etapa las mujeres están más duchas en pedir los que los
gusta y guían a los hombres para obtener mayor placer.
La licenciada Resnicoff coincide en que el sexo es mejor a
partir de los 40, al menos para las mujeres. Lo define como el “pico sexual”
femenino, su momento de mayor plenitud. En los hombres pasa todo lo contrario:
“a los 40 comienzan a extrañar esas erecciones que alcanzaban con facilidad a
los 20”, diferencia.
¿Por qué los 40? La
experta nos da varios motivos:
- Con logros y frustraciones de vivencias pasadas, las
mujeres ya tienen una cantidad de situaciones resueltas, reconocen mejor sus
orgasmos y aumentan su autoestima.
- Muchas ya tienen hijos o están separadas y se proponen
tener una pareja donde el “tema hijos” no intervenga.
- Ellas dicen lo que no les gusta y se animan a pedir lo que
quieren. Defienden sus derechos y no se dejan vapulear por los machistas.
- Por lo general, se sienten seguras y con la autoestima
elevada. Ya no se trata de satisfacer al otro, sino de pensar cómo quieren ser
satisfechas.
- Les importa la intimidad. Tienen ganas de tener un
contexto y de tener tiempo para compartir. Les preocupan los ricos olores, ir a
un hotel alojamiento, sentir confianza con la persona que están, comunicarse y
que el otro las sorprenda.
- No existe la misma frecuencia que a los 20, pero se logra
mejor calidad. La mujer solo dice sí cuando realmente tiene ganas y se vuelve
divertido masajearse, bañarse, besarse en cada una de las partes del cuerpo y
no limitarse a lo genital. No se trata solo de alcanzar un orgasmo, sino del
placer que lleva a desear un nuevo encuentro.
Después de los 50:
entre el Viagra y las nuevas sensaciones
En este momento aparece la creencia de que la vida sexual
entra en declive, pero es un mito. “Si el adulto maduro no tiene enfermedades
físicas que alteren la fisiología sexual (enfermedades vasculares, endócrinas,
diabetes, fármacos, etc.) puede continuar disfrutando del sexo sin los apremios
de la vida juvenil.
El hombre, a esta altura de la vida, ya no tiene las
frecuentes e instantáneas erecciones de sus años juveniles y necesita recibir
estimulación por parte de su compañera para poder disfrutar. “Esto hace que el
encuentro sexual sea mucho más prolongado. La pareja dedica más tiempo a
disfrutar de mutuas caricias, mientras van descubriendo nuevas y muy
estimulantes sensaciones eróticas. Cada vez sienten mayor fascinación por el
placer, saben que el orgasmo vendrá y, si no, de todas formas logran disfrutar
del encuentro.
En síntesis…
¿Juventud o experiencia?
A esta altura, cabe preguntarnos: ¿el sexo es mejor cuando
tenemos plena energía o cuando contamos con más recursos amatorios, adquiridos
a través de los años y los cambios de parejas?
Creo que es tan necesaria la vitalidad como la experiencia.
Ambas nos permitirán tener encuentros sexuales sumamente placenteros.
