¿Vives en una gran ciudad? ¿O debes desplazarte cada día al
núcleo urbano para trabajar? Entonces, debes saber que la relación existente
entre un escenario con altos índices de contaminación y la ansiedad presente
entre la población es muy relevante.
O al menos, así nos lo indica un grupo de investigadores de
la Universidad de Edimburgo (Escocia), quienes han realizado un meticuloso
estudio en 28 ciudades de nuestro planeta para llegar a esta conclusión.
Hoy te recomendamos
que tengas muy en cuenta esta información. ¡Por tu salud y tu bienestar!
Los elementos nocivos
presentes en la contaminación atmosférica
Son muchas las ciudades que suelen restringir la entrada del
tráfico a los grandes núcleos urbanos. París, Londres o Tokio ya aplican esta
serie de medidas para conseguir que la atmósfera no sea tan densa y dañina.
Ahora bien, en realidad, estas restricciones suelen ser temporales, y el riesgo
de la toxicidad, de las alergias y las consecuentes enfermedades sigue estando
muy presente.
La mayoría de nosotros nos limitamos a hacer una vida normal
en las grandes ciudades: salimos a trabajar, a disfrutar de nuestros instantes
de ocio, a ir de compras… Las ciudades nos dan muchas oportunidades laborales y
siempre resultan más atractivas en estos aspectos que las zonas de campo o
montaña.
No obstante, lejos de tener una buena calidad de vida, en la
mayoría de los casos lo que sufrimos en realidad es todo lo contrario.
¿De qué está formada
la contaminación de las grandes ciudades?
- Partículas gaseosas como:
- El monóxido de carbono.
- El dióxido sulfúrico.
- El dióxido de nitrógeno.
Todas estas partículas son extremadamente finas e
imperceptibles para la vista. Son, por lo general, 100 veces más delgadas que un cabello humano
y, por lo tanto, es muy fácil que las inhalemos de forma continuada sin que nos
demos cuenta.
¿Qué problemas
ocasiona la contaminación atmosférica en nuestra salud?
Como ya te hemos indicado anteriormente, todas estas
partículas son 100% respirables, así pues, entran con total facilidad en
nuestro aparato circulatorio, instalándose en nuestros alvéolos y en el
torrente sanguíneo.
Las primeras consecuencias que podemos sentir son tos, picor
de ojos y picor de garganta.
Poco a poco, aparecen las alergias e incluso el asma, muy
frecuente en los niños.
Los riesgos de padecer accidentes cardíacos son muy elevados
en el caso de personas mayores de 50 años con problemas previos de salud como,
por ejemplo, hipertensión, sobrepeso o colesterol elevado.
El impacto que tiene la contaminación a nivel cerebral es
muy relevante. Se produce un tipo de inflamación sistémica que, según el Centro de Investigación en Epidemiología
Ambiental (CREAL) de Barcelona (España) , deriva en numerosos accidentes
cerebrovasculares como, por ejemplo, un ictus. Otro dato que hay que tener en
cuenta y que nos revelan numerosas investigaciones es que en las ciudades con
altos índices de contaminación, el rendimiento intelectual de los niños es
menor.
Contaminación y
ansiedad
Además del estudio anteriormente citado de la Universidad de
Edimburgo, también se ha publicado recientemente un interesante trabajo en
el British Medical Journal, donde nos
dan la siguiente información:
El aire sucio de las ciudades produce en la población una
alta ansiedad, una bajada de la productividad y un mayor número de personas que
necesitan de tratamiento médico y psicológico para evitar el riesgo de
suicidio.
La contaminación ocasiona lo que se conoce como estrés
oxidativo, es decir, las células de nuestro cuerpo no pueden reaccionar frente
a esos contaminantes o radicales libres, que nos enferman y que ocasionan, a su
vez, una alta ansiedad.
Hay otro dato que debemos tener en cuenta. Según estos
estudios, es igual de peligroso vivir en una gran ciudad que acudir a ella para
trabajar unas 6 u 8 horas diarias. Y aún más, el simple hecho de vivir al lado
de una carretera, donde el tráfico de coches es muy intenso, también tiene los
mismos peligrosos efectos para nuestra salud.
¿Cómo cuidar de
nuestra salud en una gran ciudad con altos índices de contaminación?
El mejor consejo que podríamos darte por tu propia salud y
la de los tuyos es que buscaras otro lugar para residir. Obviamente, sabemos
que esto no siempre es posible, que tenemos obligaciones y que nuestra vida se
halla, en muchas ocasiones, ligada a estos núcleos urbanos. Así pues, dentro de
lo posible, sería adecuado seguir estos consejos:
Salir de casa en los momentos en que haya menos tráfico. Si
la contaminación es muy intensa, se recomienda siempre el uso de mascarillas.
Mantén las ventanas de casa cerradas en las horas en las que
adviertas que hay mayor contaminación.
Si sueles salir a correr por las grandes ciudades, debes
saber que, con el deporte, aspiramos más contaminación. Así pues, para andar o
hacer deporte, busca siempre zonas verdes.
Bebe abundantes líquidos, jugos naturales y consume frutas
frescas. El brócoli, por ejemplo, es un vegetal que depura muy efectivamente
elementos químicos y nocivos para el organismo.
Hazte revisiones médicas periódicas.