Al no desayunar estamos más predispuestos a excedernos en la
siguiente ingesta y, además, tenemos más probabilidades de picar entre horas u
optar por alimentos poco sanos.
Podría decirse que todo lo que ronda el desayuno está basado
en mitos, preconceptos y desinformación.
No son pocos los que prefieren saltarse esta primera comida
del día pensando que de esta manera podrán bajar de peso. Sin embargo
reiterados estudios han indicado lo contrario.
¿Quieres saber por
qué no desayunar engorda? ¡Entérate en este artículo!
Algunas voces se alzan a favor y otras en contra de ingerir
alimentos a primera hora de la mañana.
Muchos consideran que estar varias horas sin comer (hasta el
almuerzo) es necesario para adelgazar, mientras que otros indican que si
desayunamos bien no tendremos un apetito tan voraz al momento de la comida.
Entonces, ¿a quiénes creemos?
Saltarse el desayuno está relacionado con una mayor
tendencia a tener “antojos”, picoteos y ansiedad. Además, nos hace comer mucho
más en el almuerzo y elegir platillos con mayor contenido de grasas o azúcares.
No son pocos los que renuncian a la primera comida del día
pensando que así bajarán esos kilos de más que tanto molestan y que quieren
erradicar como sea. Algunos, a su vez, eligen no desayunar para quedarse unos
minutos más en la cama y salir rápidamente para el trabajo.
Pero, en verdad, omitir esta ingesta tan importante engaña
al cerebro. ¿Qué quiere decir esto? La mente considera que eliges no desayunar
porque es “demasiado sano”. Eso entonces conlleva a tener ganas de consumir
alimentos menos nutritivos, más calóricos y más grasosos. ver vídeo...
Pero a media mañana el estómago cruje de tal manera que
debemos detener todo lo que estamos haciendo para aplacar estos síntomas. ¿Y qué
elegimos? Por supuesto que nada natural, sino lo que más engorda:
- Galletas
- Dulces
- Bollería
- Café con leche y crema
- Azúcares de todo tipo
Se estima que una persona que se salta el desayuno en casa
suele consumir unas 250 calorías de más en la próxima ingesta (a media mañana o
al mediodía) y que además es más fácil que sucumba a los llamados de un
bocadillo o golosina.
Desayuno
Esto no termina allí. Suponiendo que hayas podido resistir a
la tentación de una porción de pastel del cumpleaños de un colega en la
oficina… Llega la hora del almuerzo y estarás ante el mismo dilema.
¿Una ensalada fresca o una hamburguesa con patatas fritas?
¿Unas verduras salteadas o una pizza con doble mozzarella?
No hace falta pensar demasiado: la ansiedad, el hambre y
esas ganas acumuladas de comer juegan en nuestra contra. Obviarás las opciones
saludables del menú e irás a por la comida rápida.
Un doble problema
para los que quieren adelgazar
Es imprescindible en estos casos elegir comidas más sanas y
no estar pensando constantemente en galletas, hamburguesas o chocolates. El
desayuno abundante pero equilibrado nos saciar el apetito y reduce la ansiedad.
Quizás cuando pensamos en un desayuno “copioso” se nos viene
a la mente uno que incluya tocino, huevos fritos y cualquier otra cosa que no
estamos acostumbrados a ingerir.
Pero, ¿qué debería incluir una primera comida
diaria?
Lácteos desnatados (leche, yogur, quesos)
Frutas
Cereales
Panes integrales
Es verdad que si apenas bebemos un café mientras nos
vestimos o maquillamos nos será difícil comer todo eso en el desayuno, pero el
cambio ha de ser paulatino.
No desayunar nos
resta fuerzas
Pasar por períodos prolongados de ayuno afectará el qué, el
cómo y el cuánto de las siguientes comidas. Pero, además, reducirá la capacidad
de concentración, energía y vitalidad.
Hoy en día nuestras agendas suelen estar bastante repletas
de actividades desde muy temprano hasta muy tarde. Necesitamos desayunar para
cumplir con todas.
Cuando nos levantamos el cuerpo no cuenta casi con
“combustible” para poder funcionar. Lo mismo que ocurre con un coche al que no
cargamos el depósito.
Si nos falta esa recarga es muy difícil que empecemos la
jornada de buena manera. Los niveles de glucosa en sangre son muy bajos y es
preciso añadir comida lo más rápido posible para que el cuerpo se active.
Quizás el hecho de no desayunar es lo que te está haciendo
que tengas mal humor desde temprano. No es el tipo de trabajo que tienes, el
tránsito o el estrés. No importa si estarás todo el día sentado frente al
ordenador o andando de aquí para allá.
El desayuno te aportará las energías necesarias para que aproveches
al máximo todas las horas en las que estás despierto. ¡Sobre todo si tu día no
termina al salir de la oficina!
Licencia para comer
(o desayunar)
Se ha llevado a cabo una campaña en España denominada
“Licencia para comer” donde los médicos y especialistas eliminan del imaginario
colectivo ciertos mitos relacionados con el desayuno y a otras comidas diarias.
El desayuno forma parte de las tres ingestas diarias más
importantes. Cada vez son menos los que se sientan a la mesa o se toman unos
minutos para consumir alimento antes de salir de casa.
La mayoría de ellos lo hacen para bajar de peso y porque
creen que el ayuno sirve para quemar grasas. El no tener demasiado apetito al
levantarse se confunde con la poca necesidad de comer de mañana.
Según una de las encargadas del proyecto (Carolina Muro,
directora de la Unidad de Nutrición de la Federación Española de Industrias de
la Alimentación y Bebidas):
“Además de no
conseguir el objetivo perseguido, que era adelgazar, no desayunar va a afectar
directamente en nuestro rendimiento y en nuestra actividad diaria. De hecho,
según los expertos, el desayuno debe aportarnos alrededor del 25% de nuestra
energía diaria”.