Ver y comer chocolate genera una respuesta emocional más
intensa que cuando se observa imágenes de sexo, según estudio La emoción
provocada por los chocolate en los hombres es más intensa que en las mujeres,
de acuerdo al estudio.
La comida genera respuestas placenteras en el cerebro, y
especialmente con alimentos como el chocolate, que lo estimula más que una
imagen sexual, sobre todo en los hombres, según un estudio sobre comida y
emociones realizado por el Instituto de Neurociencias de Alicante (España)
Promovido por Canal Cocina y dirigido por un equipo de
fisiólogos, neurólogos, investigadores, ingenieros y psicólogos, la
investigación buscaba conocer cómo responde el cerebro humano ante la visión de
los alimentos y durante el acto de comer, para lo que se siguió la actividad
neuronal en una muestra representativa de 40 personas de entre 18 a 80 años.
Al comer se produce una activación emocional del cerebro, es
decir, “la comida nos emociona”, explica la directora de Canal Cocina. Por su
parte, coordinador del estudio, destacó que el trabajo “es pionero y relevante
porque pasamos entre 7 y 8 años comiendo”.
En una primera etapa se determinaron los alimentos
preferidos de un grupo de españoles a través de un estudio de mercado,
resultando que son el jamón, la tortilla, los guisos tradicionales y el
chocolate, a los que se sumó el tartar de salmón para contrastar la respuesta
del cerebro ante sabores desconocidos.
Después se analizó la respuesta del cerebro durante la
visualización y durante la ingesta de esos alimentos. El resultado demuestra
que hay “una fuerte activación emocional e involuntaria en el cerebro, cuando
vemos el alimento y cuando lo probamos”, indica el texto.
Ver y comer chocolate genera la respuesta emocional más
intensa, más en los hombres (69%) que en las mujeres (62%), y superior a otros
estímulos visuales positivos como imágenes de sexo, viajes o deporte.
Además, se halló que el cerebro femenino se activa solo con
ver los alimentos, mientras que el masculino lo hace en menor medida y necesita
probarlos. También se concluyó que este órgano es receptivo, ya que manifiesta
una respuesta emocional positiva con los sabores que no conoce, algo que ocurre
más a menudo en los hombres.
Para medir la reacción se registró la actividad eléctrica
cerebral y fisiológica de los participantes con dispositivos para medir la
actividad neuronal, las variaciones de la dermis y la frecuencia cardíaca.