Expertos afirman que usar el asiento del inodoro es "un
riesgo mínimo a comparación de no bajar la tapa al tirar la cadena". En contraste, el baño del hogar es uno de los
lugares con menos gérmenes, por su limpieza constante.
Los baños públicos están asociados a la suciedad y a la
posibilidad de contraer infecciones, debido a la cantidad de gérmenes que
habitan en el lugar. Y es que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS)
la falta de higiene es uno de los principales riesgos para adquirir enfermedades
infecciosas.
“La superficie de un baño sucio puede llegar a convertirse
en un lugar idóneo donde los microorganismos encuentran las condiciones
necesarias de humedad y temperatura para crecer”, aseguró la doctora Alejandra
Pérez-García, del departamento de Microbiología Clínica de la Universidad de
Navarra.
Sin embargo, no solo el uso del asiento del inodoro es
riesgoso. Un estudio en 4 baños públicos de la Universidad de San Diego, 2 de
mujeres, 2 de hombres, 2 abiertos al público y 2 de uso exclusivo para
docentes, se reveló que los resultados son casi iguales.
Solo una hora después de limpiarlos de forma exhaustiva para
comenzar el análisis, ya había 6200 bacterias por centímetro cuadrado en ambos.
Y una de las claves es la “descarga del agua sin cerrar la tapa, que dispersa
las bacterias”.
“Lo mejor es siempre evitar sentarse en la taza. La
precaución es necesaria por la falta de higiene que existe en estos sitios”.
Pese a lo explicado, las posibilidades de contraer una
infección son mínimas por el simple hecho de sentarse en un baño público, a
menos que la piel tenga una herida y que la bacteria ingrese al cuerpo a través
de ella.
La clave, según una publicación de ‘El País’, es no
olvidarse del lavado de las manos luego de usar el inodoro.
Sin embargo, esta realidad cambia cuando se analiza el baño
del hogar. Los especialistas descubrieron que este solo contiene 50 bacterias
fecales por cada 2.54 centímetros, debajo del celular (10 veces más), el
escritorio de oficina (400 veces más) o el trapo de secar (20 000 veces más).
“En verdad, una de las partes de la casa con menos gérmenes
es el baño y, concretamente, el inodoro, debido a que se tiende a limpiar más y
las bacterias encuentran poco de que alimentarse en él”, sentenció Miguel
Vicente, especialista en microbiología.